Comprar un violín antiguo puede ser una buena opción de compra. Sin embargo, hay diversas cuestiones importantes que deben ser tenidas en cuenta cuando se esté pensando adquirir un instrumento antiguo. En este artículo analizamos estas cuestiones.
Muchos violinistas prefieren comprar un violín antiguo por diversos motivos. Muchos de ellos piensan que por ser antiguo sonará mejor que un nuevo, aunque en la mayoría de los casos es más bien una cuestión estética. De hecho, hay en el mercado una amplia oferta de violines nuevos, tanto de fábrica como de luthier, tanto principiantes como para profesionales, que se construyen con aspecto envejecido precisamente para satisfacer este deseo de los músicos.
Pero, aunque comprar un violín antiguo puede tener algunas ventajas, hay que tener en cuenta que no siempre supone una ventaja frente a la compra de un violín nuevo y que, además, existen muchas copias, falsificaciones y falsas «oportunidades de inversión».
Para ayudar a los compradores interesados en comprar un violín antiguo hemos elaborado la siguiente lista de consejos prácticos para valorar la adquisición de un instrumento de estas características.
Qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar un violín antiguo
1. Un violín no es mejor que otro por el mero hecho de ser antiguo
En muchas ocasiones es una cuestión estética: a muchos violinistas les gusta más el aspecto de los violines antiguos. Por eso, cada vez más, se construyen instrumentos de cuerda con apariencia envejecida, incluso en modelos muy básicos de estudio.
Sí que es cierto que un violín antiguo que esté tocado y bien conservado, y que esté puesto a punto adecuadamente, por lo general, tiene unas características sonoras muy especiales y un «sonido hecho». Pero esto no significa que un violín nuevo no pueda ofrecer unas características sonoras interesantes.
2. Que un violín sea antiguo no significa que sea un violín de luthier
Antiguamente, también se construían violines y otros instrumentos de cuerda en fábricas que, aunque no tenían los procesos tan automatizados como ahora, no dejaban de ser instrumentos construidos en serie.
Incluso en el caso de que la etiqueta incluya un nombre propio, esto no significa que el nombre pertenezca a un luthier. La práctica de emplear nombres propios como marcas comerciales es algo habitual también hoy en día. En muchos casos son nombres inventados escogidos por su gran sonoridad, o nombres pertenecientes a personas que nada tienen que ver con el instrumento, pero que igualmente le dan sonoridad y empaque al nombre de la marca.
3. Para verificar la antigüedad de un violín es necesario que este esté bien etiquetado y que la etiqueta esté catalogada
La etiqueta de un violín se puede falsificar con mucha facilidad, por lo que este método no es el único para verificar la antigüedad de un violín.
Por lo tanto, si el violín no está etiquetado no es posible asegurar ni su año de fabricación ni su autoría. Además, es necesario que un profesional (preferiblemente independiente) verifique si la etiqueta es original.
4. Que un violín esté sucio y destartalado, no lo hace más antiguo, solo hace que parezca más viejo
Esta afirmación puede parecer ridícula, pero se ha visto ya demasiadas veces como para no considerarlo. Independientemente de su estado, lo que más vale de un violín es su sonido. Si un violín no está bien montado y en perfectas condiciones es imposible saber cómo suena, por lo que la presencia y la presentación del violín son fundamentales para valorarlo.
Además, es fundamental que el violín esté bien limpio para poder valorar la gravedad de las grietas, de la falta de barniz y de los desperfectos en los bordes y, según esto, calcular el coste de la restauración. Y esto es vital para un comprador, ya que a veces el precio de la restauración puede ser muy elevado.
5. Antiguamente también se hacían copias de violines de calidad, etiqueta incluida
Que un violín no sea auténtico no significa que no sea de buena calidad. Pasa lo mismo con las copias de cuadros famosos o esculturas importantes: es necesario ser muy buen pintor para copiar una pintura de Rembrant o muy buen escultor para reproducir una escultura de Gregorio Fernández.
Aunque en el caso de los violines, como hemos dicho y diremos muchas veces, se paga no solo lo que se ve. Gran parte del valor del violín está en su sonido, y esto no es imitable, ya que el sonido depende de muchas cosas.
6. Que un violín sea antiguo no significa que suene bien
Muchos instrumentos antiguos que no han sido tocados durante décadas suenan «sordos y apagados». Si son instrumentos de calidad es probable que ganen en sonoridad con el tiempo si se preparan adecuadamente y se tocan con frecuencia. Pero esto no se puede asegurar a ciencia cierta, y depende de muchos factores.
Esto es muy importante a la hora de negociar el precio de un violín. Si se trata de un violín de un buen luthier puede suponer una excelente inversión a medio plazo si el instrumento se consigue a un buen precio. Pero si se trata de un violín sin etiquetar, de fábrica o de un constructor poco conocido, puede que sea mejor dejarlo pasar.
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