Elegir el primer violín no es una decisión que deba tomarse a la ligera: empezar con buen pie es fundamental en cualquier disciplina, y el aprendizaje musical es una de ellas.

Comprar el primer violín puede convertirse en una odisea si no se cuenta con la orientación y el consejo necesario. Lo más habitual es consultar con el profesor o con un vendedor especializado. Pero, si esto fuera así, la pregunta cómo elegir el primer violín no sería un tema del que se hubieran escrito tantos artículos en la red ni sobre el que se hablara tanto en redes sociales.

La primera duda que se le presenta a muchas personas es la siguiente: ¿nuevo o de segunda mano?

Existe la creencia popular de que un instrumento usado suena mejor porque está tocado y tiene hecho el sonido, o algo así. La verdad, no he oído cosa más absurda. Eso puede valer para violines de gran calidad con cierta «solera». Pero para un violín de entre 100 y 300 euros… permitidme que tenga mis reservas. Todavía no he visto un violín de estudio que suene mejor después de unos años. He visto muchos violines de poca calidad mejorar increíblemente con una buena puesta a punto y con unas buenas cuerdas, pero eso no tiene nada que ver con el uso del instrumento.

La segunda duda que necesariamente surge es: ¿cuánto me tengo que gastar?

La respuesta es a esta pregunta es muy poco objetiva, ya que no es necesario gastarse demasiado en el primer violín. El problema es que ese «demasiado» no es lo mismo para unos que para otros. Todo depende con qué se compare y cuáles sean las expectativas de cada uno.  Por lo general, un violín nuevo de entre 150 y 300 euros, dependiendo de la edad, podría ser suficiente, en el caso de un violín nuevo. No obstante, no es lo mismo comprar un violín para un niño de 4-5 años que para uno de 9 que vaya a comenzar sus estudios de grado elemental.

Para intentar dar respuesta a todas estas dudas, aquí van algunos consejos para elegir el primer violín.

7 consejos para elegir el primer violín

1. Asegúrate de que el violín está en buenas condiciones y listo para ser usado

Es muy frecuente encontrar grandes ofertas en violines de estudio que vienen en sets de estudio con «todo incluido». Del mismo modo, es habitual encontrar anuncios de violines de segunda mano a precios aparentemente muy interesantes.

Además de tener en cuenta si el instrumento incluye arco y estuche, y la calidad de estos, es fundamental saber si el violín está listo para tocar y si las cuerdas que tiene nos van a servir o si hay que cambiarlas.

En el caso de comprar un violín nuevo es fundamental saber si este ha sido revisado y ajustado por un luthier o si viene así de fábrica. En el caso de que no haya pasado por las manos de un luthier, el coste de una puesta a punto puede ser elevado. Normalmente, los luthieres que venden violines de estudio ofrecen los instrumentos ajustados y montados con cuerdas de buena calidad, aunque sus precios no suelen ser tan baratos. Si es necesario enviar el violín al luthier, el coste de sus servicios puede oscilar entre 50 y 150 euros (puede que incluso más), en función de lo que haya que hacerle al violín.

En el caso de los violines de segunda mano es importante saber si el instrumento pasó en su momento por las manos de un luthier y asegurarse de qué es necesario hacer con él una vez adquirido.

En ambos casos es importante fijarse en qué cuerdas lleva el instrumento y si va a ser necesario cambiarlas. Muchos profesores sugieren  una cierta calidad en las cuerdas. Un juego de cuerdas para violín de los que se recomiendan normalmente suele costar entre 30 y 50 euros, según la marca. Esto debe ser tomado en cuenta a la hora de valorar el precio de un violín tanto nuevo como de segunda mano.

Para terminar nos fijaremos en el arco y en el estuche. Normalmente, los violines de estudio suelen ofrecerse en un set que incluye estos dos accesorios. El estuche debe ser rígido y ligero, y si tiene correas para colgar a la espalda mucho mejor. Además, el arco debe estar bien recto y debe tener una cantidad de cerdas suficiente. Si el arco está torcido o tiene pocas cerdas no servirá para nada. Esto es especialmente en los violines de segunda mano.

2. Compra con garantías

Parece obvio, pero muchas veces este punto no se valora, ya que nos deslumbramos por las ofertas. Si compras online asegúrate de que el vendedor respeta tus derechos de consumidor y cumple con las leyes de comercio electrónico. Recuerda que el vendedor está obligado por ley a recogerte el producto en un plazo determinado, sin necesidad de dar explicaciones, siempre que el producto esté en las condiciones que indique. Revisa el apartado de condiciones de compra de su web (que es obligatorio) y asegúrate de que los datos que le comunicas viajan cifrados bajo conexión segura. Y, por supuesto, no olvides que debes de recibir tu factura por correo electrónico justo después de realizar el pago.

En el caso de comprar en una tienda «de las de toda la vida» pide factura, no te conformes con el ticket de compra. Te será muy útil para reclamaciones y, en el caso de que quieras revender el violín en el futuro, podrás enseñársela al futuro comprador.

Por último, si compras el instrumento de segunda mano, asegúrate de que alguien respalda al vendedor (en caso de ser un particular) y que lo que te ofrece es lo que dice. Que te enseñe la factura de compra del violín o la factura del luthier que lo ha revisado antes de ponerlo a la venta son detalles que te ofrecerán garantías. Si no, pide opinión al profesor. Si compras el instrumento de segunda mano en una tienda, no olvides la factura. Aunque compres de segunda mano sigues teniendo tus derechos.

Para más información, lee el artículo Comprar un violín online: conoce tus derechos.

3. No te dejes llevar por la idea de que luego lo vas a vender y vas a recuperar tu inversión

Hay muchos compradores que se dejan llevar por la idea de que van a poder vender su instrumento por lo mismo por lo que lo compraron, o que incluso van a sacarle algo más. Pero eso de que los instrumentos se revalorizan con el uso vale para violines de luthier y para violines de cierta edad (y no siempre).

Si te gastas más hazlo para tener un instrumento con el que sea más fácil y más agradable tocar y aprender, y piensa que, al revenderlo, como mucho podrás recuperar el 50% de lo que te gastaste.

4. La apariencia es tan importante (o más) que la calidad o el sonido

Todo en la vida entra por los ojos, hasta la música. La calidad de los materiales, la calidad del sonido, la calidad de los accesorios… todo eso es importante. Pero nada de este es importante si el estudiante no se enamora de su instrumento. Y si para eso hay que comprar un violín verde… pues, como se dice por ahí, «haberlos, haylos«.

Tener entre las manos un violín que nos guste, que sea bonito, que esté limpio, que llame nuestra atención es algo fundamental para motivar el estudio y el gusto por lo que se hace. Y, como para gustos no hay nada escrito, el estudiante debería poder opinar y tocar-sentir eso que le va a acompañar en lo que puede ser una gran aventura.

5. Ten en cuenta la opinión del profesor

No olvides que el profesor es el que más experiencia tiene en todo esto. Pídele opinión sobre lo que vas a comprar, si es adecuado para lo que el estudiante necesita y si lo que vas a pagar se ajusta o no a lo que te llevas.

Además, es probable que el mismo profesor te ponga en contacto con alguien que ofrece algo interesante de segunda mano o con una tienda que tenga una buena oferta.

6. Compara precios, pero también prestaciones y servicios incluidos

A la hora de valorar el precio del violín recuerda tener en cuenta los accesorios y servicios que incluye. Además del violín necesitarás un estuche, un arco, una resina, una barbada (normalmente) y sería recomendable que tuvieras un juego de cuerdas de repuesto. Normalmente, se usan de repuesto las cuerdas originales (que no suelen ser muy buenas) y se monta el instrumento con unas cuerdas de calidad.

Además, conviene que el instrumento sea revisado y ajustado para lograr un buen sonido y, sobre todo, para que sea fácil y cómodo de tocar.

Así que valora no solo lo que te llevas, sino también lo que tienes que hacer después con el violín.

7. Existen alternativas muy interesantes a la compra, como el alquiler o los sistemas de cambio

El alquiler de violines es una opción que se está poniendo muy de moda. Funciona como cualquier otro alquiler, y permite a los estudiantes contar con violines de calidad, preparados para tocar, y sin hacer grandes desembolsos de dinero.

Muchos luthieres ofrecen sistemas de cambio de instrumento: el cliente compra el primer instrumento que luego entrega como parte del pago de un instrumento superior en tamaño y/o calidad.  Esto es muy interesante, y no obliga a nada (o al menos no debería hacerlo).

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